El verbo "hacer", en dos formas, da a lugar para pasar de la ley a la gracia. "Hacer" en el modo imperativo es una orden, mientras que "hecho" es el pasado participio del verbo. El Antiguo Testamento dice al hombre: "Haz", ordenándole guardar la ley y sus ordenanzas para obtener vida eterna y escape del juicio de la ley, que acusa culpabilidad. Ningún hombre puede decir "hecho" porque todos han pecado y se quedan cortos ante la gloria de Dios. Pero el Nuevo Testamento, gracias a la obra terminada del Señor Jesucristo en el Gólgota, dice al hombre: "Hecho" declarando la obra de salvación consumada satisfaciendo por completo la justicia y la santidad de Dios, en conexión con el hombre pecador (y mucho más). Así, para el mandato "haz" dado por el Antiguo Testamento, la gracia responde "hecho". Pero ahora, bajo la gracia, para todos aquellos que ha sido "hecho", el Espíritu Santo dice: "haz", no para obtener, sino en apreciación y amor por el único que ha hecho todo por nosotros.
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Ultima actulización 2008/09/15